"El sexo en hoteles es más excitante, aumenta el deseo y a las mujeres nos ayuda a desconectar de la dura realidad diaria. La industria hotelera no es ajena a estos poderosos efectos, como tampoco lo es al hecho de que cada vez hay más gente sin un lugar para la intimidad; ya sea porque aún se vive con los padres, se tiene una relación ilícita o, como en Japón o Corea, se recurre a ‘los hoteles del amor’ para salpimentar una relación débil o enfermiza".
Fruto de esta carencia, los hoteles sexys, eróticos o concebidos para parejas son ya una realidad y el turismo rural se une a esta corriente con el eroturismo. Nada que objetar, solo una pregunta, ¿a quién se le ha ocurrido la idea de que una habitación con luces de neón, un sillón Tantra, falsos pétalos de rosa esparcidos sobre la cama y un jacuzzi en la terraza, con pantalla de televisión, incitan al sexo? A mí más bien me entran ganas de ponerme a leer a Kropotkin, el teórico del anarquismo, para iniciar una revolución, al menos estética.
HOTEL KADRIT, Zaragoza.
Este ‘hotel para parejas’, como él mismo se denomina, navega entre la funcionalidad pura y dura y el flirteo con el lujo. El sexo parece una actividad clandestina e ilícita y aquí ofrecen encubrirnos en todos los frentes, desde el mismo momento de la llegada, ya que cuenta con garaje privado que va directamente a la habitación.
Una vez dentro de este búnker sexual, hay duchas con efecto lluvia, camas de 180×200 cm, claraboyas en los techos para ver las estrellas (mucho más romántico que los espejos); baños completamente acristalados, que se integran en el mismo espacio que los dormitorios, y cuyos cristales pueden ser transparentes u opacos, dependiendo de las preferencias de cada uno, y piscinas privadas. Vamos, que si la cosa no sale bien, es por nuestra culpa.
HEDONISM II, Jamaica.
Con lados exclusivos para "desnudos" y "mojigatos" (en este último la ropa es opcional, de hecho), Hedonism II es un hotel con todo incluido frente al mar de 280 habitaciones que atrae a huéspedes de todo el mundo.
IBEROSTAR GRAND PORTALS NOUS, Calvia Mallorca.
Las habitaciones son temáticas y entre ellas destaca la ‘naughty suite’, con terciopelo, espejos, una cama redonda y barra de pool dance. Aunque hay otras, como las que dan a pie de playa; el penthouse, con una terraza superior con jacuzzi, y la destinada a los amantes de la astronomía, con telescopio en la terraza.
El hotel ha sido diseñado por Marcel Wanders, un interiorista holandés al que The New York Times ha bautizado como el Lady Gaga del diseño.